Las Crónicas de Spa: Darcontigo Racing Team

Estrenamos una serie de artículos en los que los equipos españoles participantes en las 24H de Spa de iRacing nos cuentan en primera persona cómo fue su experiencia. Trabajo en equipo, nervios, concentración… Os dejamos con la primera de las crónicas, la de Darcontigo Racing Team (DRT), clasificados en TOP Split nos cuentan qué tal fué su aventura:

Darcontigo Racing Team

Llegábamos a las 24 horas de Spa con nuevas ilusiones, y con un reto por delante. Después de las últimas incorporaciones, iba a ser el primer evento de equipo que tenía el nivel de exigencia que requiere un evento de esta duración. Desde luego las primeras sensaciones fueron buenas.

Las semanas anteriores al evento las pasamos entre entrenamientos para acertar con una configuración que se adaptase a todos los pilotos y la organización de los horarios en los que correríamos cada uno de los integrantes, pero aún no teníamos ni idea de dónde nos estábamos metiendo.

Sólo teníamos claro nuestro objetivo: cada uno de nosotros empujaríamos al máximo pero siempre dentro de los límites para así poder llegar al final de carrera con el coche intacto. Necesitábamos la sensación de que habíamos dejado atrás la mala suerte, y que obtendríamos un resultado positivo. El resto, era una incógnita.

En la sesión de clasificación Jesús Sicilia tuvo que esforzarse al máximo, quedándose a tan solo 10 milésimas de la pole, marcada por Álvaro Ramiro, de GTros, quienes por desgracia se vieron obligados a abandonar la carrera finalizando la primera hora.

Ya empezando la carrera, todo el equipo empujábamos y Sicilia corrió en el grupo de cabeza manteniendo el ritmo, hasta que un error en Eau Rouge hizo que tuviera que levantar el acelerador, relegándolo a una sexta posición durante el resto de su stint. El resto de la carrera, una vez pasados los nervios del inicio y el grupo se fue estirando, se convirtió en un ejercicio puro de mantener ritmos, de ser lo más constantes posibles y evitar meternos en problemas, lo que no impidió que David Alexis Jordan tuviera una preciosa batalla con Allmansberger, de Pure Racing Team que duró más de 10 vueltas, a pesar de que cuando nos alcanzaba, mantenía un ritmo más rápido que nosotros. 

A las 10 horas de carrera nos encontrábamos rodando entre las posiciones 14 y 19 porque era difícil saber cuál era nuestra posición real en ese momento en el que las paradas empezaban a estar tan desincronizadas entre todos los equipos. Seguíamos con la vista en nuestro objetivo, ritmo y llegar a meta enteros. Y efectivamente, a partir de ese momento, poco a poco y sin incidentes demasiado remarcables por nuestra parte, en una carrera muy tranquila para nosotros, fuimos remontando posiciones hasta la 9º posición final.

Lo mejor de estos eventos: el sentimiento de equipo que se crea cuando pilotos de niveles tan distintos dan lo mejor de sí mismos para la consecución de un objetivo común.

Lo peor: que se acaban.

Os esperamos a todos en la siguiente, ¿será Le Mans?